Caos Anastasis

Resumen

Siempre sentí cercanía hacía el significado que tendría ser un vampiro ermitaño, alguien extrovertido con pocos e introvertido con la mayoría que parece no pertenecer a este mundo, pero en algún momento de su vida empezó a resonar con el mismo (por adaptación o supervivencia). Otra analogía que me agrada es que yo sea una alma errante que camina sin rumbo cuando todos alrededor tienen prisa por llegar a un lugar que no saben si desean conocer realmente.

Mi inicios con la estética goth fueron muy tardíos a causa de un sistema educativo que siempre reguló mi manera de vestir y el escaso dinero que tiene un adolescente para conseguir la ropa que quiere cuando está definiendo su imagen. Mi mayor acercamiento al mismo fue cuando entré a estudiar diseño en un instituto de formación dual a los 16 años, una edad donde no sabemos lo que queremos, pero estamos obligados a decidir qué ser por el resto de nuestras vidas, o al menos dar el primer paso en falso y reescribir después. Durante ese tiempo donde la estética naciente era el “Corporate Memphis” yo buscaba apegarme a un estilo propio que fue criticado por falta de color. Fue para mi práctica profesional que me desvinculé con el diseño gráfico y la idea de crear arte sesgado por un superior.

Si tuviera que describir ese momento de mi vida, sería la parte que inspira la palabra “Caos” de mi página web; por el caos de haberme sentido interesado en géneros musicales intimidantes, el caos de querer comprender a los villanos de las historias, el caos de no encajar entre las expectativas de los demás e incomodar, o el caos de tener inseguridades que nunca manifestaba porque no había alguien en quien confiar. Todos hemos tenido caos en nuestras vidas, y quise mostrar mi caos personal porque fueron las bases de todo el contenido que hay en esta página, deseo que dicho caos llegue a sintonizar el de otros y les apacigüe por un efímero momento sus vidas de alguna manera.

Puedo parecer una persona segura, que tiene un plan para su vida y lo sigue con precisión de cirujano, pero realmente no tengo seguridad, ni planes a futuro, sino solo esperanzas de llegar a ser un engranaje necesario para que la sociedad mejore. Detrás de una mirada intensa que comunica valentía se oculta una debilidad hacia conocer personas que me puedan dañar, y detrás de un buen expediente académico que tuve en secundaria se oculta la evidencia de muchas frustraciones que solamente pude tratar disociando mientras estudiaba.

Anastasis se relaciona a la biología cuando las células se recuperan de estímulos que las podían haber matado, en el contexto de la vida misma todos en algún momento nos vemos en obligación de levantarnos y mejorar cuando algo no acaba con nosotros. Si mi caos era ser incomprendido, mi anastasis fue encontrar el lugar donde encajara bien, si mi caos era ser repelente por mis intereses, mi anastasis fue encontrar quienes los apreciaran y también sintieran interés en los mismos, personas como ustedes. Dicho de otra forma, Caos Anastasis es como el yin yang que se complementan, que destruye y reconstruye más fuerte o que puede estar presente en los momentos más cotidianos como levantarse tras un tropiezo como de manera masiva en revoluciones a favor de clases sociales comprometidas. En esta página Caos Anastasis es arte hecho desde la oscuridad de mi mente y que no pensaba hacer público a causa de mi propia autocrítica severa. La frase “Jen truo, kiun mi provas plenigi” se traduce del esperanto (“Aquí hay un agujero que estoy intentando llenar”). Pueden ser muchos agujeros en realidad, pero una sola página que los abarca, y espero pueda llenar el agujero de alguien más en el proceso.

Summary

I’ve always felt a certain closeness to what it might mean to be a reclusive vampire—someone extroverted with a few, introverted with most, who seems not to belong in this world, but at some point in their life began to resonate with it (whether by adaptation or survival). Another analogy I like is that of being a wandering soul, walking aimlessly while everyone else is in a rush to reach a place they’re not even sure they truly want to know.

My beginnings with the goth aesthetic came quite late, due to an educational system that constantly regulated how I dressed, and the limited money a teenager has when trying to define their image. My real connection with it began when I started studying design at a dual-training institute at 16—an age when we don’t yet know what we want, but are forced to decide who we’ll be for the rest of our lives, or at least take the first misstep and rewrite the path later. During that time, when the emerging aesthetic was “Corporate Memphis,” I sought to stay true to a personal style, which was often criticized for lacking color. It was during my professional internship that I distanced myself from graphic design and the idea of creating art dictated by someone above me.

If I had to describe that moment in my life, it would be the one that inspires the word “Caos” on my website: the chaos of being drawn to intimidating music genres, the chaos of wanting to understand the villains in stories, the chaos of not fitting into others’ expectations and making them uncomfortable, or the chaos of having insecurities I never expressed because there was no one I could trust. We’ve all experienced chaos in our lives, and I wanted to share my own because it’s the foundation for all the content on this site. My hope is that this chaos might resonate with others and, even if only for a fleeting moment, bring some peace to their lives.

I may seem like a confident person, someone with a life plan executed with surgical precision, but in reality, I have no certainty, no long-term plans—only hopes of one day becoming a necessary cog in a society striving to be better. Behind an intense gaze that might suggest courage lies a vulnerability toward meeting people who could harm me, and behind the strong academic record I had in high school is the evidence of many frustrations that I could only deal with by dissociating while I studied.

Anastasis relates to biology when cells recover from stimuli that could have killed them; in the context of life itself, we are all at some point forced to rise and grow when something doesn't destroy us. If my chaos was being misunderstood, my anastasis was finding a place where I truly belonged. If my chaos was being repellent because of my interests, my anastasis was meeting people who appreciated and shared those same interests—people like you. Put another way, Chaos Anastasis is like yin and yang—complementary forces that destroy and rebuild stronger, present in both mundane moments like standing up after a fall and in massive revolutions driven by the struggle of marginalized classes. On this site, Caos Anastasis is art born from the darkest corners of my mind—art I never intended to make public due to my own harsh self-criticism. The phrase “Jen truo, kiun mi provas plenigi” translates from Esperanto as “Here is a hole I’m trying to fill.” There may be many holes, really—but only one page that embraces them all. And I hope, in the process, it might fill someone else’s hole too.